"Nunca dejes de escribir"

"Nunca dejes de escribir"
"Nunca dejes de escribir"

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Fotoescríbeme 7

Solo me apetece que los copos de nieve caigan en mi cara, 
que congelen mis lágrimas y me dejen la nariz helada. 
Que se abran paso entre la cristalera de mis ojos llorosos 
y busquen un lugar cálido en los que deshacerse 
porque yo no lo encuentro. 

Me falta calor en esta noche templada.

Me falta resguardo, guarida y escondite. 

Todo está helado 

y no hay una sola alma que sea capaz de aguantar el frío.

Estoy en la punta del iceberg pero.
Llegaste.
Y encendiste la chimenea


como el que besa con los ojos cerrados, lento y con pasión.

Juntos avivamos la llama con la intensidad de un incendio devastador

que ha sido provocado 
pero que dejó los árboles mas frondosos a su paso. 
Juntos vigilamos que nunca se extinga, regándolo con amor.


miércoles, 9 de diciembre de 2015

Fotoescríbeme 6

Llegaste, 

para quedarte.
Llegaste como el que llega para pasar las navidades 

y se acaba quedando hasta el año siguiente, 
y el siguiente, 

y el siguiente.
Llegaste como una estrella fugaz, 


sin embargo, te quedaste iluminando mi vida cada noche y cada mañana.
Llegaste para agarrarme la cintura en cada beso 


y susurrarme un te quiero cada noche.
Para endulzarme los desayunos y colorearme los versos.
Llegaste haciendo malabares con los buenos ratos 

y funambulismo con las sonrisas, 
tambaleándonos en cada paso pero pisando firme. 
Fuerte.

 Avanzando.
Llegaste y esta vez nadie reculó,


 esta vez apostamos todo al mismo número y desbancamos al casino del amor.
Esta vez no nos hizo falta buscar salvavidas porque el barco no se hundió, 

naufragamos de la mano y a conciencia, 
queríamos perdernos en el amor 

pero jamás darnos por perdidos.
Esta vez sabíamos lo que habíamos conseguido con tan solo mirarnos, 


esta vez la magia nos haría avanzar y revolucionar el motor, el corazón.
Llegaste 
y esta vez nos enseñamos a mar de verdad.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Fotoescríbeme 5

Soñé que tenía alas
pero me faltaba el impulso,
la verdad es que cantaba tan alto
que ni yo misma podía escucharme.
Reía y lloraba al mismo tiempo.
Nacía y moría
pero nunca me iba,
nunca abandonaba este mundo.
El terremoto sacudió mi cabeza,
devastó la piel muerta que me quedaba
 y se marchó.
El otoño llegó a mi vida
y acabé floreciendo como si estuviéramos en plena primavera.
Quería carretera y manta.
Velocidad.
Impulso a doce mil pulsaciones por latido
Quería arrojar el corazón a la fuente de monedas
y después bucear para rescatarlo.
Necesitaba una aspirina y un beso de mamá.
Quería cocinar improvisando la receta;
llenarme de abrazos de jengibre
como en pleno invierno.
Navidad,
regalos en mi pecho,
luces en mis ojos,
te estoy sonriendo,
no pienso moverme de aquí.
Contigo.
Ven a rescatarme a la torre,
tengo dragones en el cuello,
necesito un beso
o más.
Te necesito.
Luces,
cámara,
tú.



viernes, 27 de noviembre de 2015

Fotoescríbeme 4


Andamos locos, 
atados a la vida como si fuera soga y nosotros esclavos.
-No-

Hace mucho tiempo que lo de ir hacia delante, 
en línea recta,
pasó a segundo plano;
ahora me importa la compañía,
tú.

Ahora voy al suroeste 
por si allí encuentro mi norte particular,
tu sonrisa;
por si me dejan un poco de agua
para fregar las palabras,
para hacer charco de una gota derramada 
o incluso mojarme con nuestro sudor.

Ahora corro entre las ramas de los árboles
como quien juega al escondite con su sombra;
ahora te busco,


-te encontré-.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Maldita dulzura.

Como decía Vetusta Morla, "maldita dulzura la tuya";
pero joder, tu instinto salvaje, me fatiga con solo mirarte,
me revuelve, me apasiona y me absorbe como el remolino que se forma en el sumidero de la ducha.
Pero también "maldita dulzura la nuestra"; aquella que convierte la cama en un ácido refugio, con ganas de arder en besos y a nosotros en fieles esclavos de la pasión.
Joder, ven aquí y quédate.
Sé que no paro de decirte que te quedes pero como te muevas de mi lado voy a revolucionar el mundo en tu búsqueda, cambiando el régimen para poder ondear una bandera con nuestros labios.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Fotoescríbeme 3

Jugábamos a vaqueros 
pero nadie era el malo, 
ni salía herido; 
nos gustaba la sensación de viajar trotando por el desierto, 
nosotros éramos nuestro propio oasis en la tierra más árida, 
pañuelo que tapa los ojos en plena tormenta de arena, 
bala sin herida cuando nos perseguían 
y recompensa cuando éramos los más buscados del oeste; 
pero nadie nos encontró.


Aun seguimos escondidos, 

jugando a vaqueros, 

creyéndonos los pistoleros más envidiados.

¿Cómo se podía atrever alguien a decir que lo nuestro no funcionaría?


lunes, 16 de noviembre de 2015

"Casidespertarse"


Esa sensación de no tener tus labios sobre los míos,

pero casi.
Esa sensación;


de no romper el avión de papel, 
de darle alas e impulso;

de no lloriquearte por un lametón a destiempo;
de no prender la gasolina, 
de sostener la llama en los dedos y no quemarnos;
de no rajarnos, 
de aguantar el puñal al que le acompaña un beso curativo;
de no recordar lo aprendido,
de torcernos en vez de ir en línea recta 
pero llegar antes 
-y juntos-;
de no estar despierta,
pero casi.

Esa sensación de amarte,
eso sí,
eso del todo.
Amarte locamente.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Fotoescríbeme 2


Crea, 
transforma, 
convierte 
pero nunca destruyas

Sal corriendo, 
bombardea nuestro camino 
pero déjame ser tu sombra, 
aquella que te dé luz y te guíe en el camino. 
Tú la ligas, 
no pienso correr(me) hasta que me toques.
Conduce, 
enloquece 
y delira por y entre mis caderas. 
Déjame que tiemble 
y abrázame en el gélido norte de tu voz. 
Persiste, 
al pie del corazón 
y acúnate entre mis versos. 
Crea, 
transforma, 
convierte 
pero nunca destruyas. 

Acuérdate, hemos quedado a las seis;
donde siempre.



viernes, 6 de noviembre de 2015

Fotoescríbeme 1



Corazón de cultivo
Quizás,
hay veces en las que la lluvia cala,
demasiado.
Veces en las que nuestra cabeza escoge morderse las uñas,
pero no por vicio sino porque le han encharcado,
de mentiras, insensibilidad e incoherencias.
Al fin y al cabo, no importa que se marchite nuestra cabeza
si nuestro corazón ha quedado intacto

ya que las ramas secas se cortan
y sin embargo, las raíces que están podridas,
se arrancan.
Y es que,
 hay que saber muy bien con qué tipo de abono vamos a cultivarnos el corazón,
con qué manos vamos a plantarlo
-pero jamás abandonarlo-
y con qué sonrisa le vamos a dar luz.
Quizás,
tan solo necesitamos una voz dulce,
que sea capaz de leernos por las noches
-pero no un cuento-
 arroparnos hasta el tallo
y dejarnos la lámpara encendida para asustar al monstruo que duerme bajo nuestra cama.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Aquí. Contigo. Ahora.

Cierra las ventanas del olvido
y empieza a recordarte jugando entre los portales de mi inocencia,
del amor a primer beso,
de las ganas incontrolables. 

Empieza y empareja cada sueño que compartíamos a distancia
pero entre las mismas sábanas.

Recuerda que lo sábados escucho rock
y los domingos prefiero tus latidos,
que las comidas dejan de ser familiares 
si tú no te sientas a la mesa
y que me gusta mirar el catálogo de tu piel cada tarde.

Que me gusta el tacto de tus párpados 
y odio el chirrido de una uña sobre un folio,
de las palabras sobre la hipocresía.

No se te olvide traerme besos,
unas cuantas docenas
y si te acuerdas, 
pasa por mi cuello para dejarle unos cuantos, 
dile que no se preocupe, 
que yo pago.

¡Ah!, déjame el corazón en el buzón
que siempre me ha encantado recibir cartas de amor.
Tranquilo, tú tienes el mío bajo la almohada,
que siempre he sido más de dejar notas en la cama
que sujetadores en el suelo.

Se me olvidó decirte que el desayuno lo tomáramos en mi casa
pero creo que, 
el rastro de sangre te indicó perfectamente donde vivía.

Ven,
-y nunca te vayas-.

Ven.




martes, 3 de noviembre de 2015

Guía.

Si supieras la forma en la que te brillan los ojos cuando tienes ganas de descongelarme las heridas,
hubieras llevado tus ojos como faros,
como sanación,
como tirita y beso de madre juntos.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Contigo.


Recogerte el desastre cuando hayas roto el jarrón, 
cuando se te caiga el café sobre los papeles del trabajo 
y las ideas salten en tu mente 
pero desaparezcan entre la blanca tinta de los folios. 
Volver a la estacada, a la escarcha entre las rosas 
pero sobre todo entre la espina dorsal de tu espalda.
Balancearte con una nana que suena como la poesía de Neruda 
y las sábanas que forman las letras de Extremoduro.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Martes.

Tengo ganas de encuadernar mis sonrisas entre las tapas acolchadas de tus pupilas, acostarlas entre los edredones de tus brazos, acunarlas, bailarlas entre nuestras caderas, acompasarlas con una canción de los ochenta, una falda lisa y el vuelo de tus pestañas cuando parpadeas.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Latidos, rugidos.

Rugía como ruge a quien le han quitado la casa
y solo le han dejado la aurícula izquierda
para vivir.
Rugía como ruge a quien acaban de salvar de un naufragio
pero le han dejado agua en el pecho,
medio viviendo.
Rugía como ruge un atrapa-sueños intentando matar a tus fantasmas
para que sueñes
y nunca despiertes.
Rugía como ruge quien tiene ganas de vivir pero a veces se ahoga,
entre sueños.

lunes, 12 de octubre de 2015

Prohibiciones

Debería estar prohibido decir buenos días si no he pasado la noche entera contigo.
Decir poesía y no follártela en la cama, dormir desnuda y acabar vestida de gemidos; realmente, debería estar prohibido ponerse una camisa que te quede tan bien, tan ceñida, tan quitable.
Debería estar prohibido que la lluvia empape mi ventana y que nosotros no empapemos la cama, echar carreras sin terminar corriéndonos en la meta,
gritar pecado y no cometerlo contigo, soñar intimidades y no gritártelas mientras lo hacemos.
Debería estar prohibido mirarte con tanta alevosía y no pensarte hecho poesía entre mis sábanas, que me compres bombones y no acabar con los dedos manchados de sexo, compartido, reído, llorado;
arroparte con besos y no despertarte con las cosquillas de las hojas del otoño,
que vuelan, que caen, que pican, arrascan, hacen yaga y la curan.
Debería estar prohibido saber a helado de vainilla cada vez que te lamo, mirar como me miras, con cara de niño que pide una chuche de postre y evita el resto de la comida,
abrazarte con la fuerza de un tifón
y no soltarte
aunque me maten por ello.

lunes, 5 de octubre de 2015

Ayer.

Los Domingos siempre implican resaca,
aunque no hayas bebido la noche anterior.
Implican mareo en el corazón 
y sentir que la cabeza va a la deriva, 
con razón.
Implican desgaste de labios,
abrazos arrugados que hacen estirarte
hasta la última esquina del cuerpo.
Versos arrastrando los pies por el salón 
pero llevando tu nombre a modo de bandera.
Manos que escriben solas
-por todo tu cuerpo-
en busca del tesoro,
con más ganas que un niño de diez años 
vestido de explorador.
Zapatos recién estrenados,
recién pisados
que se han quedado anclados a los pies de tu cama.
Los Domingos implican quererte más que en toda la semana pero menos que la próxima.